Se fue la tarde de un domingo 17 de julio de 2016. Tenia 92 años y en unos cuatro meses llegaría a los 93. Yo creo que se fue sobre las 8 de la noche. No recuerdo con exactitud la hora.
Personal
¡Gracias, don Vicente!
Hace unos diez años descubrí la figura del escritor Vicente Blasco Ibáñez (Valencia, 1867 – Menton, Francia, 1928). Lo que empezó como una casualidad con el tiempo se convirtió en una tarea que me cautivó conforme iba conociendo su vida, sin imaginar que sería la primera persona –fuera de los actuales propietarios y luego de años de que otras personas los llegaron a conocer– que tendría acceso a unos documentos poco conocidos de quien es considerado el novelista valenciano más universal, entre los cuales hay dos posibles novelas que dejó escritas y que nunca vieron la luz.
2020: El año de la tristeza
Yo le llamo el año de la tristeza, porque ha sido un tiempo de más tristezas que de alegrías; de más lágrimas que de risas; de más silencios que de ruidos.
Un año revuelto, tormentoso, doloroso, escabroso, agudo, filoso, accidentado, brusco, patético, arrebatado, angustioso, dañino, penoso e infernal, sobre todo infernal.
‘No quiero saber nada del periodismo’
La vi de lejos. Llevaba un cochecito de bebé de diseño antiguo. De esos que son caros, clásicos y que ciertamente parecen marcar alguna diferencia económica entre un bebé y otro. Estaba rodeada de amistades que, sonriendo y comentando, no paraban de mirar a su nieta en el interior del cochecito. Me acerqué a saludarla y de pasada a conocer a la niña, que era la novedad en ese momento.