La mañana del sábado pasado amaneció de nuevo fría y con un viento fortísimo, de esos que “levantan muertos y mata vivos” de tan intensos que son.
El tiempo en la calle no era el ideal y menos en sábado, pero eso no importó a quienes con gusto nos encaminamos al recinto, dispuestos a vivir un encuentro literario con la participación de escritores y ponentes, que exitosamente cumplieron las expectativas del público asistente, que se llevó lecciones aprendidas en cuanto al proceso que implica planear, publicar y distribuir un libro.